VOCO Dental Aid

Odontólogos voluntarios en Bolivia

La Dra. Annette Schoof-Hosemann y su equipo, en Santa Cruz y Challa

La Dra. Annette Schoof-Hosemann en Santa Cruz, Bolivia. Primero se practicó la técnica del cepillado dental en el modelo, luego se aplic El estudiante de odontología Tobias Kleinert fluoró sin descanso los dientes de El equipo de odontólogos voluntarios: La Dra. Annette Schoof-Hosemann, Tobias Kl

En agosto de 2017, la odontóloga Annette Schoof-Hosemann emprendió por octava vez su ya frecuente misión odontológica en Bolivia.
Esta vez la acompañaron tres estudiantes, Tobias Kleinert, Alexandra Krumb y Stephanie Kokoschka, todos ellos odontólogos graduados por la Universidad de Giessen.

El equipo al completo viajó por primera vez a la gran ciudad de Santa Cruz de la Sierra, donde estaba el que iba a ser su lugar de trabajo durante las siguientes semanas: una diminuta sala sin ventanas con una vieja unidad dental fuera de servicio, en un centro para niños emplazado en el barrio más pobre de Santa Cruz, Los Lotes. Esta sala había sido renovada recientemente y la unidad dental abandonó su estado de hibernación gracias a la ayuda económica de la asociación Dentists and Friends. Aunque no cumplía con los estándares habituales en Alemania, con unas pequeñas dotes de improvisación era perfectamente posible trabajar allí.

En Los Lotes se hizo mucha publicidad, de modo que los pacientes ya hacían cola cuando el equipo de odontólogos llegó el primer día para ofrecer el tratamiento gratuito. A los tres estudiantes les impactó el desastroso estado de las dentaduras de los pacientes, pero para la Dra. Annette Schoof-Hosemann –en su octava estancia en Bolivia– era un panorama casi familiar. Les avisó de que encontrarían dentaduras mucho peores, y es que no en todas partes se pueden comprar cepillos de dientes.

Los cuatro miembros del equipo trabajaron en Santa Cruz durante una semana sin descanso: practicaron 35 extracciones y 75 obturaciones a un total de 88 pacientes. Después de esta ardua, pero satisfactoria misión en Santa Cruz, subieron al Altiplano, a una altitud de casi cuatro mil metros.

En La Paz, de camino al lago Titicaca, los viajeros compraron artículos de uso odontológico de los que carecía el consultorio de Challa, como guantes, mascarillas, desinfectantes, analgésicos y antibióticos. Por supuesto, no podía faltar la compra de utensilios de cepillado de dientes para la formación en higiene bucal en las escuelas. En total, acabaron en la bolsa de viaje 500 cepillos y pastas de dientes. Tras las compras se desplazaron 140 km hasta el lago Titicaca y, a continuación, tomaron un ferry hasta la pequeña comunidad de Challa. En el calor tropical de Santa Cruz domina el bullicio y el ajetreo de una típica gran ciudad, mientras que en la isla resulta difícil apartar la vista de las espectaculares maravillas de la naturaleza.

El equipo de odontólogos impartió clases en dos de las tres escuelas de la isla –emplazadas la una en Challa y la otra en Yumani, a una altitud aún mayor– instruyendo en la necesaria higiene bucal diaria a más de 500 alumnos. Trataron de explicar las causas de la aparición de caries, distribuyeron cepillos de dientes, se cepillaron los dientes juntos y a continuación realizaron fluoraciones con Voco Fluoridin N5.

Dado que la Dra. Annette Schoof-Hosemann lleva acudiendo a estas escuelas periódicamente desde 2013, los alumnos han disfrutado de las medidas preventivas por quinta vez. La alegría del reencuentro con «la doctorita» es siempre inmenso, y le quitan de las manos los materiales de cepillado de dientes. Por desgracia, el estado de los dientes sigue siendo malo. Apenas se libra ninguna dentadura, y numerosos niños y jóvenes no tienen ni un solo diente sano. Para los estudiantes acompañantes, este panorama supone una verdadera conmoción. Es un descubrimiento aterrador y muy impactante para ellos que dentaduras totalmente destrozadas sean más bien la norma entre los jóvenes de aquí.

Pero también se aprecian pequeños progresos, principalmente en el interés por que les examinen y limpien los dientes. En este sentido, el equipo era literalmente arrollado por los niños de la escuela. Y para poder efectuar los tratamientos más urgentes, las extracciones, a los odontólogos se les ocurrió la idea de ganarse a los niños con un regalo de la caja de recompensas. La perspectiva de recibir un obsequio de esta caja provocó una gran afluencia de niños.

Así, al final de la misión el equipo pudo anunciar con orgullo que habían realizado con éxito obturaciones y extracciones a 88 pacientes, y no solo las deseadas limpiezas.

En la isla, a la Dra. Annette Schoof-Hosemann la llaman con cariño «la doctorita». Tras el arduo trabajo, el profundo agradecimiento de los pacientes es para ellos un regalo increíble, y compensa todas las adversidades.

VOCO colaboró con este proyecto de ayuda donando diversos materiales dentales como, por ejemplo, los materiales de restauración Grandio y Grandio Flow, el adhesivo Futurabond DC y la pasta de hidróxido de calcio Calcicur. Resulta interesante que en Bolivia el tono dental más habitual es A2.